El ambiente cervantista que se vivía en la Sevilla
de principios del siglo XX generó numerosas actividades culturales con motivo
de los centenarios de la publicación del primer volumen del Quijote en 1905 y de la muerte de
Cervantes en 1916. Coincidiendo con el primero se colocó, por iniciativa de la
Real Academia Sevillana de Buenas Letras, una lápida de mármol en la fachada
del edificio que ocupaba el solar de la antigua Cárcel Real, en la calle
Sierpes. La inscripción recordaba el paso del autor por las celdas de la
prisión hispalense e incidía en la relación entre la ciudad y la principal obra
cervantina: «aquí se engendró para asombro y delicia del mundo El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha».
Aunque
los actos oficiales previstos a nivel nacional para la conmemoración del tercer
centenario de la muerte de Cervantes, a celebrar en 1916, fueron suspendidos
por la Guerra Europea, sí fue recordado en Sevilla con
diversas actividades, que incluyeron la colocación de una serie de mosaicos de
azulejos dedicados a Cervantes y sus obras en las calles de la ciudad, quizás
el primer gran hito en la vinculación de las fábricas cerámicas trianeras con
los motivos cervantinos.
Mosaico cervantino colocado en la fachada de la Catedral de Sevilla en 1916. Fotografía: Víctor Heredia |
Fueron colocados en diferentes lugares de la ciudad unos paneles cerámicos con referencias a los espacios sevillanos citados en las obras de Cervantes –sobre todo en las Novelas ejemplares-. Estos paneles fueron encargados por Luis Montoto y la Junta Provincial del Centenario al fabricante José Mensaque y Vera siguiendo diseños de José Gestoso. Los textos fueron redactados por el experto cervantista Francisco Rodríguez Marín y siempre comenzaban con la frase “El Príncipe de los Ingenios Miguel de Cervantes Saavedra…”, siguiendo la referencia al lugar donde está situado el mosaico y a la obra en la que se menciona. En las esquinas de la parte superior aparecían el escudo de la ciudad y el retrato de Cervantes, enlazados por una guirnalda. En total, y según ha recogido Rafael Raya Rasero en su libroSevilla en dos centenarios cervantinos, 1916-2016, se instalaron 25 mosaicos, de los que se han conservado hasta nuestros días 191.
1 Hay
excelentes y detallados inventarios de estos mosaicos elaborados por Martín
Carlos Palomo García (2014), “Azulejos de las obras de Cervantes en las calles
de Sevilla”, en http://www.retabloceramico.net/articulo0610.htm,
y por José Carlos Canalda (2013), “Tras los pasos de Cervantes en Sevilla”, en http://www.jccanalda.es/jccanalda_doc/jccanalda_alcala/artic-alcala/artic-cervantes/sevilla-2.htm.