martes, 20 de noviembre de 2018

EL GAONA Y SU GALERÍA DE EL QUIJOTE


El Instituto de Enseñanza Secundaria Vicente Espinel de Málaga está ubicado en un conjunto de edificios que se han ido agregando desde principios del siglo XVIII hasta finales del XX, construyéndose la parte más reciente, el gimnasio y la pista deportiva, en 1993. Situado en la calle Gaona, de la que toma su nombre popular, junto a la iglesia de San Felipe Neri, en pleno centro de la ciudad, es el instituto más antiguo de la provincia, aunque tuvo otros usos antes de que en 1846 fuera  destinado a centro educativo: fue inicialmente casa palacio del comerciante de origen genovés Baltasar Guerrero en el primer tercio del siglo XVIII, luego perteneció al conde de Buenavista y posteriormente, a partir de 1739,el conjunto fue ampliado para servir de residencia de una comunidad de sacerdotes filipenses.  Hace un par de años tuvimos la oportunidad de celebrar el 170 aniversario del instituto, ocasión que aprovechamos para poner al día el impresionante patrimonio arquitectónico, artístico, patrimonial y, por qué no decirlo, sentimental del centro.  No olvidemos que el verdadero legado del Gaona -como siempre ha sido conocido el instituto entre los malagueños- está en el corazón y en el recuerdo de  las personas que se han formado en él. Sus aulas, pasillos, escaleras, laboratorios y patios son parte del paisaje emocional de la adolescencia de muchas generaciones.

La galería de El Quijote del Gaona está situada en el pasillo del primer piso que rodea al patio principal del centro, conocido como Patio de Columnas. Terminado de construir a mediados del siglo XVIII por los filipenses, el patio es el núcleo de la Casa de Estudios, cronológicamente el segundo edificio del centro, construido con el objetivo –nunca culminado- de convertirlo en un espacio para la formación de sacerdotes mediante el estudio de Gramática, Filosofía y Teología. Aunque nunca cumplió este propósito, sí es cierto que desde entonces sus aulas y galerías han estado dedicadas de algún modo a la enseñanza. Los textos en latín de las impresionantes cartelas de piedra que subrayan los escudos de los laterales del patio así lo sugieren al visitante no avisado. La llegada al primer piso nos depara la mejor de las sorpresas: ante nosotros aparece un espectacular zócalo de azulejos coloristas con motivos de El Quijote circundando toda la galería en sus dos laterales, en un extraordinario estado de conservación. Y, al contrario de lo que sucede con otros elementos decorativos y arquitectónicos del instituto, bien estudiados y documentados, nos encontramos con muchas preguntas y con muy pocas respuestas: nunca supimos en qué momento del siglo XX se habían instalado esos azulejos, ningún profesor nos habló de ello; los archivos del instituto no contienen dato alguno sobre el particular; no conocíamos ningún estudio, ni próximo ni reciente, ni realizado desde dentro ni aportado desde fuera, sobre su finalidad –que siempre imaginamos decorativa e higiénica- y sentido. Sencillamente, como cientos de malagueños que pasaron por las aulas del Gaona, hasta anteayer hemos seguido recorriendo la galería en dirección a cualquier otro espacio del centro, deleitándonos con sus dibujos y su colorido: una armadura, un caballero andante, un singular paisaje manchego plagado  de campos verdes–extrañamente, la verdad-, molinos de viento, posadas y posaderos, un jamelgo y un escudero…, imágenes que hablan de extraordinarias aventuras, eso sí, pero nada más. El conocimiento en profundidad de la galería era, pues,  una tarea pendiente.

Cuando hace apenas un par de años nos propuso la dirección del instituto la organización de unas jornadas sobre Cervantes para sumarnos a las conmemoraciones del cuarto centenario de su muerte, vimos la oportunidad de empezar a escuchar, aprender y  mirar todo lo que la galería tenía que decirnos, enseñarnos y mostrarnos. El descubrimiento tenía que hacerse al menos en dos direcciones: una hacia dentro, que profundizara en el conocimiento de la propia galería, y otra hacia el exterior, que nos permitiera comprender sus referencias y vinculaciones con el mundo quijotesco. Ambas direcciones resultaron estar felizmente ramificadas y ser infinitamente más amplias de lo que en un principio hubiéramos podido intuir; cuando se empieza a tejer una red, esta puede llegar a los lugares y rincones  más insospechados, especialmente si se cuenta con la preciosa ayuda de personas como Alberto Cañas, entusiasta corresponsal quijotesco de esta singular empresa.  Pronto nos dimos cuenta de que este empeño necesitaba una tercera dirección que lo conectara con todo aquel que pudiera interesarse y, tal vez, aportar nuevos elementos. Ese es el objetivo de este blog.

Dice Rodrigo Fresán que  clásicos vivos de la literatura hay muchos, pero pocos de ellos gozan del poder virósico y de contagio que tiene Don Quijote de La Mancha”. Ojalá que este virus, del que nosotros estamos ya irremediablemente contagiados por vía cerámica, inocule a muchos otros  y lleguemos a ser legión los convalecientes “de una enfermedad para la que, afortunadamente, no hay ni jamás habrá cura alguna”.


Patio de Columnas del IES Vicente Espinel (Gaona). Fotografía: Rafael Maldonado

Galería de El Quijote. Fotografía: Rafael Maldonado

10 comentarios:

  1. Precioso!!!! Orgullosa de trabajar en un lugar tan mágico....

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  2. Felicidades por esta magnífica iniciativa y por este blog que abrirá ventanas a la historia y patrimonio del Gaona, nuestro Gaona, el Gaona del Quijote.
    Una infectada gaonera.

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  3. Norabuena, mis señores don Víctor y don Rafael, por esta nueva y nunca vista aventura quijotesca.

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  4. Una joya de sitio y una iniciativa maravillosa para dar a conocer sus tesoros,también para mí ha sido un orgullo trabajar allí y con magníficos compañeros.

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  5. Enhorabuena por esta nueva iniciativa, como siempre, tan apasionante y enriquecedora!!!!
    Recuerdos a toda la gente apasionada del Gaona
    Lucía

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  6. Maravillosa iniciativa que seguro que os depara mil alegrías. Sois únicos,enhorabuena.

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  7. Y una vez fui Gaona y muchas veces lo agradeceré. Gracias lugar de encuentro. Del mundo y para el mundo, de los sueños

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  8. Felicitaciones por el trabajo. Lo sigo desde Bahía Blanca, en Buenos Aires, Argentina.

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